En 1990, la sonda espacial Voyager 1 dejó Neptuno y se dispuso a salir del Sistema Solar, pero antes giró para tomar una última fotografía de la Tierra. . 

Gracias a esta fotografía pudimos ver la imagen más lejana de nuestro planeta, a una distancia de 6.000 millones de kilómetros como un pálido punto azul, casi imperceptible. “El punto azul pálido” muestra que la Tierra sólo ocupa uno de los 640.000 píxeles de la fotografía.

En el libro que Carl Sagan tituló en honor a esta fotografía, nos recuerda el pequeño lugar que nuestro planeta ocupa en la arena cósmica pero al mismo tiempo, cómo en medio de esa oscuridad, la Tierra es el único hogar que siempre hemos conocido, y subraya que tenemos la responsabilidad de querer y preservar este punto azul pálido.

La Tierra es el hogar de muchas especies desde hace millones de años. El oxígeno es el elemento químico más abundante en la superficie de la tierra y es crítico para las reacciones químicas que nos mantienen vivos. Prácticamente la totalidad del oxígeno que se puede encontrar hoy en la tierra la producen ciertos seres vivos durante el proceso denominado como fotosíntesis. La fotosíntesis es un proceso bioquímico usado por plantas, algas y ciertas bacterias en el cual la energía solar es transformada en energía química para posteriormente ser utilizada en la formación de moléculas orgánicas tales como los carbohidratos.

Durante el proceso de la fotosíntesis, el dióxido de carbono y el agua darán a un valioso producto de desecho que será liberado de vuelta al aire (oxígeno) y la fuente de energía para la planta (glucosa).Esta es la principal razón por la que mucha gente piensa que la mayoría del oxígeno de la tierra viene de los árboles. Sin embargo, los árboles no son la principal fuente de oxígeno. De hecho, la selva del Amazonas, con lo grande e inmensa que es, y aunque sea conocida como «el pulmón del planeta», «solo» produce el 10% del oxígeno que es liberado en la tierra cada año.

Para muchos será una sorpresa, pero la mayor parte del oxígeno atmosférico del cual dependemos los humanos proviene directamente del océano.

Nos enfrentamos a retos sin precedentes: el aumento de la población, el calentamiento global, la escasez de recursos naturales y la extinción de especies. Nuestro estilo de vida actual simplemente no es sostenible. El hombre necesita buscar nuevas pautas de comportamiento que permitan que el planeta Tierra perdure a largo plazo, al mismo tiempo que mantiene la calidad de vida de la población. Cada uno de nosotros hace un impacto en el planeta todos los días, está en nuestras manos la decisión sobre qué impacto queremos lograr.

La austeridad y el respeto hacia los ecosistemas y especies de nuestro hogar, así como el cambio de comportamiento orientado hacia un estilo de vida ecológico y sostenible, garantizará un mejor planeta para todos