La rosácea es una afección muy frecuente, que se caracteriza principalmente por la aparición de zonas eritematosas, localizadas en la cara, junto con una gama de signos clínicos generales ncluyendo: telangiectasias (capilares dilatados), erupción papulopustular inflamatoria (rosácea papulopustular semejante al acné juvenil común).

Las manchas rojizas tienden a aparecer principalmente en las mejillas, la nariz, la frente y menos en el cuello, el pecho, los oídos o cuero cabelludo.

Si no se trata, la rosácea tiende a evolucionar y empeora con el tiempo.
Se estima que más de 40 millones de personas padecen esta enfermedad en todo el mundo. Las mujeres parecen estar afectadas con mayor frecuencia que los hombres (la relación es de 3: 1) y el pico de incidencia es de entre 30-60 años.

La causa se desconoce, pero los especialistas consideran que se produce como resultado de una combinación entre factores genéticos y medio ambiente. Pero hay muchos factores que agravan la rosácea mediante la aceleración del flujo sanguíneo hacia la superficie de la piel.

Entre los factores desencadenantes de esta enfermedad se incluyen las comidas y las bebidas muy calientes, las comidas picantes, el alcohol, las temperaturas extremas: frió o calor, el sol, el estrés, ejercicios físicos en exceso, baños muy calientes o medicamentos que dilatan los vasos sanguíneos.

La rosácea puede ser causada por reacciones anormales del sistema inmunológico, el cual conduce a la inflamación de la piel.  Es también un trastorno genético. Además, el uso prolongado de cremas con esteroides puede causar rosácea.

Las primeras manifestaciones de la rosácea son episodios esporádicos de enrojecimiento en la zona central de la cara (mejillas, la nariz, la frente), a veces difícil de detectar, acompañada de sensación de calor local, ardor, escozor y sequedad de la piel

Los síntomas de la rosácea no son peligrosos, pero pueden ser incómodos y bastante antiestéticos. Aunque no existe una cura para la rosácea, la enfermedad puede ser controlada. La medicación, la terapia por láser, o los tratamientos naturistas pueden ser utilizados para controlar el enrojecimiento y tratar la piel lesionada, los vasos sanguíneos inflamados y la decoloración de la piel.

Les dejamos algunos tratamientos naturales para que pongan en práctica: 

• Lávese la cara con infusión de manzanilla. Como alternativa se puede utilizar una toalla de algodón empapada en infusión de manzanilla frío. Para preparar la infusión de manzanilla es necesario hervir algunas flores secas de esta planta en la cantidad de 3 tazas de agua durante 10 minutos. Cuele la mezcla y utilice la infusión.
• Mezcle 1 cucharada de gel de aloe vera, miel y 1 cucharada de polvo de regaliz. Aplique esta mezcla sobre la parte afectada de la piel, dejar actuar durante 15 minutos, luego enjuagar con agua limpia.
• Otros remedios naturistas efectivos para combatir la rosácea son las cremas a base de té verde y aceite de árbol de té, aplicadas externamente.
• Mezclar 3 partes de aceite de Neem y 7 partes de aceite de rosa mosqueta. Aplique la mezcla en la parte de la piel afectada.
• Aplicar en el rostro una pasta de cúrcuma. Después de secar masajear suavemente la cara, luego enjuagar con agua fría. Siga este remedio todos los días.
• Mezclar un poco de yogur con harina de avena. Aplicar la pasta en la parte de la piel afectada.
• La aromaterapia se considera un método eficaz para combatir la rosácea.

Además de los tratamientos con medicamentos, la rosácea puede tratarse con una gama de cremas a base de plantas naturales.

Los más recomendables productos naturales son aquellos a base de aloe vera, manzanilla, té verde, rosa mosqueta o vinagre de manzana.

Antes de iniciar el tratamiento con este tipo de productos es recomendable consultar a un especialista.