Tu piel tiene su propia vida emocional. Si aún no lo sabes, tus emociones afectan directamente tu piel.
Lo que es aún más sorprendente es que tu piel incluso podría estar revelando tus sentimientos más profundos. “Todo está relacionado”, la ansiedad, la depresión, el estrés: todos los diferentes tipos de problemas tienen un gran impacto en la piel y viceversa. Es un círculo vicioso, en parte biológico y en parte psicológico. El vínculo biológico: cuando estás estresado, el ‘eje del estrés’ se activa en tu cuerpo, liberando la hormona del estrés cortisol. Los niveles altos de esta hormona en tu cuerpo pueden desencadenar brotes.
Cuando entras en contacto con cada acto de amor y risa probablemente hayas observado cómo tu piel se ilumina y se siente fresca. Estos son patrones que muestran cómo las emociones pueden influir en tu piel.
Si bien tu piel no puede articular cómo se siente, se mostrará de la única manera que sabe: desde irradiar un brillo saludable y feliz hasta revelar un brote de eccema y cualquier cosa en el medio.
Si experimentas estados negativos, es posible que también hayas notado una sensación pálida y seca. Esto demuestra que las emociones negativas fuertes pueden afectar negativamente a tu piel.
Cualquiera que sea tu estado de ánimo, se refleja instantáneamente en el órgano más grande de tu cuerpo: ¡la piel!
Si crees que tus brotes son causados por tus emociones o estrés, lo primero que debes hacer es llevar un diario, para saber exactamente cuándo se desencadenan. Registra lo que está sucediendo, pregúntate si algo ha cambiado, recuerda que todo está vinculado.
Las investigaciones nos han demostrado que una mente preocupada trae consigo una piel con problemas. Algunos problemas de la piel tienen una base fisiológica que se ve agravada por el estrés y las emociones. Estos incluyen, entre otros, acné , alopecia (pérdida de cabello), rosácea , urticaria, sudoración, eczema , dermatitis y otras afecciones cutáneas con picazón.
Cómo tus emociones afectan tu piel
Muchas veces, los problemas de la piel como alergias, rosácea, entre otros pueden ser cambios psicosomáticos que tienen sus raíces en el estado emocional.
Por otro lado, tu rostro se ilumina cuando estás feliz. Estos cambios momentáneos en la piel son provocados por las emociones.
Hay infinidad de factores estresantes inevitables que nos surgen todos los días. Nos evocan diferentes emociones: enfado, miedo, preocupación y ansiedad. Podemos intentar reprimir estos sentimientos, pero no serán eliminados en su totalidad. Tarde o temprano saldrán a la superficie y, a diferencia de otros órganos internos, nuestra piel nos lo mostrará.
Ser menos capaz de funcionar mental y emocionalmente para evitar la preocupación, el estrés o el miedo sería evitar los hechos de la vida. Esas emociones son esenciales para la vida y, en su ausencia, no seríamos capaces de apreciar y disfrutar de la belleza de la vida.
La buena noticia es que existe una mejor solución que una vida lobotomizada. La mejor noticia es que tienes el poder de hacer el cambio dentro de ti misma, comenzando ahora.
Usar tus emociones como aliadas de tu piel, en lugar de como enemigo. Aprender a reconocer esos sentimientos y dejarlos ir. Se trata de activar la capacidad de liberar tu mente; ayudando a tu mente a ayudarte. Cuando somos capaces de liberar la mente y calmarnos contra los factores estresantes, se relaja. Cuando estamos relajados, nuestra respiración se ralentiza, los músculos se relajan, los latidos del corazón disminuyen y la presión arterial disminuye. Es el opuesto físico del estado de lucha, es lo opuesto al estrés.
A continuación te dejo tres consejos que te llevarán a un estado de liberación consciente:
Comienza por hacer tiempo para ti, libre de tu teléfono, gente y distracciones. Es importante no preocuparse por tener éxito en la práctica de la atención plena. Ten una actitud pasiva y practica esto durante el tiempo que sientas que lo necesites o desees.
Meditación diurna
Llamémoslo así, pero puede ejecutarse con otros nombres como atención plena, respiración consciente, etc. En este tipo de práctica debes permitir que tu mente se tome unas pequeñas vacaciones de tu día. Cuando soñamos despiertos, nuestra mente se desplaza a un lugar no muy lejano, lejos de las preocupaciones, los miedos y las ansiedades. Es un estado de felicidad, en el que estamos relajados, lo que no solo es bueno para nosotros, sino también para la curación. La relajación aporta un mayor control a nuestra conexión mente / cuerpo, incluida nuestra piel.Encuentra una manera de entrar en un estado que funcione para tí. Este estado debería permitirte detenerte y hacer una pausa en tus actividades diarias. Escuchar música, correr, respirar, observar la naturaleza y leer pueden ayudar a llegar a una meditación de vacaciones.
Mantente alejada de los malos hábitos
Contrariamente a la creencia popular, el alcohol no es un gran relajante, sino más bien un tranquilizante y ver la televisión es realmente estimulante. De hecho, mirar televisión estimula inconscientemente nuestro sistema nervioso parasimpático (estado de reposo) y, por lo tanto, produce estrés. La falta de sueño se ha asociado durante mucho tiempo con el estrés. La luz azul artificial emitida por la televisión, las tabletas, las computadoras y los teléfonos inteligentes provoca una alteración del ritmo circadiano del cuerpo, ya que se sabe que imita la luz del amanecer. Esto afecta la calidad del sueño, especialmente si usamos estos dispositivos por la noche. La luz azul hace que el cuerpo esté despierto y no se prepare para dormir.
Una práctica en cualquier lugar y en cualquier momento
Respira en tu vientre y no en tu pecho. Queremos que la respiración llene el vientre y exprima la sangre de nuestros órganos abdominales, creando un flujo sanguíneo y un estado de calma. Para terminar, la vida emocional de tu piel no necesita reflejar todo lo que piensas y sientes. Al incluir conscientemente ejercicios de relajación en tu vida diaria, se convertirá en un hábito. La idea detrás de este hábito es enfocar la mente con éxito y alentar al cuerpo a reducir la velocidad. Esto crea pequeños cambios en el cuerpo que tienen un impacto enorme en los procesos físicos que producen los síntomas de nuestra piel y nos alivian.
¡La felicidad puede hacerte brillar como las estrellas!
Así como la felicidad es una de las mejores formas de mantenerse saludable, ¡también puede hacer que brilles de la cabeza a los pies!
Tu rostro se ilumina con una sonrisa brillante cuando estás feliz. Una cara feliz también es contagiosa y también hace felices a las personas que tienes a tu alrededor. Si siempre estás feliz, indirectamente difundirás buenas vibraciones, especialmente entre los que más lo necesitan.
El secreto: las emociones positivas como la alegría y la excitación provocan reacciones químicas en el cuerpo que se propagan de una célula a otra. También estimulan la liberación de endorfinas y hormonas que nos hacen sentir bien, junto con otros neurotransmisores. Ambos pueden reducir la inflamación, lo que resulta en un aumento del flujo sanguíneo a tu rostro.
Sonríe con más frecuencia y mantén una piel estupenda durante más tiempo. Recuerda: las emociones positivas producen efectos positivos en la piel (luminosidad, piel joven, textura clara, etc.) y las emociones negativas producen efectos adversos (rosácea, acné, piel seca, etc.).
¿Cuál elegirías? La elección es obvia. No dejes que los pensamientos y emociones negativos arruinen tu piel y te hagan sentir menos segura de tu propia imagen. ¡Consigue una piel fantástica manteniéndote feliz! Aprenda a manejar el estrés y elije la alegría y la relajación todo el tiempo. ¡Sonríe ahora y siempre!
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2 comentarios
Buen dia,gracias por cada palabra me ayudo mucho,pero ahora debo poner en practica,y ser mas positiva,la vida no es facil,pero depende de nosotras hacerlo.
de verdad muchas gracias.
Aprovecho la oportunidad para regalarte esta cita: “Quizá se cierren puertas, pero tú puedes abrir ventanas”. Es una frase muy famosa que nos recuerda que solo nosotros tenemos el poder de hacer lo mejor de cada situación. Quizá se nos cierren puertas, pero siempre habrá nuevas y mejores oportunidades.
¡Gracias Roxana por agregar tus pensamientos!